¿Cuántas veces le habrá agradecido Ramón Díaz ese día a Pipino? El riojano terminaba su segundo ciclo en River y el Millonario peleaba con Gimnasia por el título del Clausura 2002.
El 28 de abril de ese año, River recibía a Racing en la fecha 16. La Academia era el último camppeón y venía agrandado, con sus hinchas ilusionados, creyendo que podían llevarse algo del Monumental.
Y el partido defraudó hasta el final. Un 0 a 0 sin muchas ocasiones ni emociones hasta que, en tiempo cumplido, Ángel David Comizzo se hizo expulsar, sin darse cuenta que a River no le quedaban cambios.
Martín Demichelis agarró los guantes para defender un tiro libre en el borde del área, mientras todos los hinchas de River rezábamos porque no entrara la pelota y todo terminara empatado.
Pero los jugadores sacaron eso que tienen que tener los equipos grandes y, después de una pésima ejecución del tiro libre por parte de Racing -dejaron que patee Claudio Úbeda-, comenzó un contraataque letal, en el que Nelson Cuevas inició una carrera que se hizo eterna.
El paraguayo corrió desde mitad de cancha sabiendo que estaba mano a mano con Campagnuolo, que le tiró una patada de Taekwondo, pero ni así pudo frenar a Pipino, que metió un gol histórico que hoy cumple diez años.
Cuevas le hizo también goles a Boca y también la metió en el Mundial de ese año con Paraguay, pero difícilmente haya hecho un gol tan importante como el de ese..
Fuente: http://www.riverplate.com/
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