miércoles, 9 de mayo de 2012

¡Atlético Madrid campeón de la Europa League!

Falcao ya es patrimonio del Atlético de Madrid. Dos zarpazos del 'Tigre' y la genial respuesta del resto de la 'manada' rojiblanca destrozaron las ilusiones del Athletic y coronaron al Atleti bajo votación unánime. El colombiano, figura indiscutible de la competición, marcó dos golazos, en el minuto 7 y 34, e hizo suya la final. Ante once 'leones', el 'Tigre' se proclamó rey de la selva. Y el Atlético flamante campeón de la Europa League.


Se relamía ante el suculento banquete. El 'Tigre' se pegó un atracón: "No importa quien marque en la final", decía el colombiano antes del partido. Pero en una final no suele encontrar el gol cualquiera. Y él lo hizo en dos ocasiones. No fue el único que marcó diferencias. El Atlético hizo un partido casi perfecto y demostró el empaque y la experiencia que le faltó a su rival.

El Athletic no fue el Athletic. Temeroso, atenazado por los nervios, por el escenario y el compromiso histórico, el equipo de Bielsa se descompuso en defensa y caminó a oscuras por el tenebroso pasillo que dispuso Simeone hasta su portería. Le ganó la batalla táctica a su maestro y encontró la respuesta solidaria de jugadores como Diego o Adrián, totalmente entregados a la causa.


El partido le vino masticado y digerido para sus intereses desde muy pronto. A los siete minutos abría boca Falcao con una definición digna de una final. Le dejó respirar Amorebieta dentro del área y el colombiano suspiró profundo antes de poner el balón en la escuadra. La pesadilla del central del Athletic se recrudeció pasada la media hora. Cometió uno de esos errores que los entrenadores subrayan por activa y por pasiva en las charlas previas. Presionó Miranda, centró Arda y el 'Tigre' enseñó de nuevo los dientes. Esta vez con 'glamour' y prestigio. Sentó a Aurtenetxe con un frío recorte y fusiló a Iraizoz.



Diego anula la estéril reacción
La situación era crítica y exigía una respuesta rápida. El doble cambio en el descanso de Bielsa lo fue. Pero la final ya se había perdido mucho antes. Ibai e Iñigo aportaron la frescura necesaria para traducir la posesión en ocasiones. Antes o después, el Athletic las iba a tener. Pero ahí tampoco tuvieron la templanza necesaria. Mientras Llorente se desquiciaba y Courtois reclamaba su aportación en la final, Falcao seguía ejerciendo de sastre. El traje a Amorebieta y Javi Martínez fue de etiqueta. Sólo el palo evito que se llevara el balón a casa. En realidad, ya lo hizo suyo durante todo el partido.

Encuentro que cerró Diego, otro que sabe de qué va esto. Lo merecía y también dejó su sello en esta final. La final de Falcao, la final que fue del Atlético de principio a fin. La copa es suya y Neptuno aguarda ansioso su llegada. Sobre sus olas de éxtasis y celebración bailará el 'Tigre' mientras su rugido aún resuena en Europa. Como para echarse a temblar.


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