Se repartieron los errores y los puntos. La igualdad entre Rosario Central y River por 0 a 0, en el Gigante de Arroyito, pareció conformar a los dos equipos, que se preocuparon más por asegurar el cero en su arco que en atacar el rival.
En el primer tiempo se respiró tensión. Nervios. Temor. Idénticos, los dos equipos se mostraron imprecisos a la hora de jugar la pelota y con pocas ideas para inquietar el arco rival. Hubo más foules fuertes que llegadas ofensivas. Más protestas al árbitro que pases al vacío. Y eso empañó el juego.
Una llegada clara en cada equipo y nada más. Central la tuvo a los 17 minutos, con un cabezazo de Peppino que pasó muy cerca del palo izquierdo de Vega. River, a los 40 luego de un contragolpe bien encabezado por Alejandro Domínguez que Trezeguet no supo resolver.
En el complemento, siguieron con los mismos roles. El único jugador que se animó a hacer algo distinto y aportó algo de luz a un partido opaco fue Alejandro Domínguez, pero solo, poco pudo hacer el Chori por su equipo.
Por su parte, Central dejó en claro, por su forma de jugar, que veía con muy buenos ojos el empate que terminó consiguiendo, ya que a tres fechas del final se mantiene en la cima del Nacional B.
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